Historia Hulk Hogan (parte 1)

Al principio no existía nada...
Y vió Dios la necesidad de la lucha libre.
Al principio creó a todos aquellos luchadores que nadie sabía su nombre pero que campaban por la viña del señor. Y vió la necesidad de darle un pequeño empuje.

Y así nació Hulk Hogan. Fiero y bravo ya desde muy pequeño y que tenía la importante misión de engrandecer ese nuevo "entretenimiento" llamado wrestling.

Poco sabemos de él en la siguiente parte de su vida. Cuenta la leyenda que se exilió al monte everest donde fué sometido a duras pruebas y a todo tipo de desafíos físicos ante los cuales el bravo luchador nunca se rindió, pues él sabía cuál era su destino...


Ser campeón...

Y llevó la dicha y la gracia del señor allá donde era llamado a la batalla.
Suscitaba envidia, admiración y odio pero no se dejaba impresionar por el peso de su sino y como buen espartano se mantuvo recio frente a las adversidades.

Pero una antigua compañera de los hombres
hizo su aparicón...

La soberbia.
Aquel que otrora había sido un guerrero excepcional gracias ,en parte, a su espíritu
luchador y su humildad que le hizo seguir trabajando siempre para intentar superarse se estaba dejando llevar por su orgullo y poco a poco comenzó a despreciar a todo luchador que se enfrentaba con él.


Todo ello propició la ira del Arcángel Manitú que, haciendo caso omiso de los designios del señor, intervino en el libre albedrío de los hombres con su avatar de la lucha libre...

El guerrero definitivo...

Ultimate Warrior.


Éste no tardó en hacerle llegar el mensaje de su señor al actual soberano de la lucha libre.


Sabía cuál era su objetivo y pronto lo supo el resto del mundo.

Tú....


Y así fué como quedó fijado el duelo entre hombres.Una sola palabra bastó. Es el lenguaje que sólo entienden los machos.


Manitú.......


Esta vez todo el mundo lo entendía. El nuevo luchador surgido de las cenizas de aquellos que habían sido derrotados sabía ser humilde y apeló a su señor para conseguir la victoria.




Ardua tarea le fué encomendada pero su rival, que había sido consumido por la soberbia, ya no era aquel guerrero espartano que se había exiliado antaño para esculpir sus músculos con la bravura de la naturaleza salvaje.


Y fué derrotado....



Y hubo gran regocijo...



Aúuuu........


Ultimate Warrior le agradecía a Manitú el haber sido bendecido con el don de la lucha nuevamente en el lenguaje de los machos, una sola palabra bastó para expresarse.






Pero no todo había terminado....







CONTINUARÁ....